Escribo en directo. Es la última vez que lo hago. Bueno, en realidad, es la última vez que escribo en este blog. Y cuando lo dejo plasmado me empiezo a dar cuenta de lo que significa. No sé si ponerme triste o hacerme la frívola. Ni una cosa ni la otra pero es que ha sido una decisión muy importante.
Trece años con este blog acompañándome como una especie de diario, hasta tal punto que a veces he buscado cosas en Google sobre mi vida para ir a la entrada en concreto y poder así recordar momentos que tenía a punto de perderse. Trece años dan para mucho. Para tener cuatro novias, para escribir una novela -que véte tú a saber si algún día sacaré a la luz-, para aprobar el First, para ver cientos de películas y decenas de conciertos, para enfermar, para llorar a causa de varias grietas, para dejar de fumar, para que me salgan infinitas canas, para viajar a New York, para desear ser madre y después arrepentirme, para emprender mil proyectos que he ido abandonando, para conocer a gente increíble, para cabrearme con las banderas en los balcones, para acompañar a la sra. Blenk hasta donde ella me pida, para comprarme una bici preciosa. Para aprender, porque sigo aprendiendo cada día. Y sorprendiéndome de todo.
Tengo que parar porque me está costando la vida redactar estas líneas. Sé que igual es una tontería porque lo cierto es que nisiquiera sé si alguien sigue pasando por aquí tras tanto tiempo sin escribir. No existe nada más triste que un blog abandonado a la suerte en el hiperespacio por eso deseo despedirme con la mayor dignidad posible.
Y porque necesito dar las gracias a todas las personas que han estado aquí: a las que jamás han comentado, a las que siempre dejaban mensajes, a las que me escribían correos, a todas las desconocidas pero también a las que han acabado formando parte de mi vida y se han olvidado del personaje.
Deseo acabar ahora, justo cuando mi historia tiene un final feliz y cruzo los dedos para que todo se mantenga igual. Salud y amor. No pido al cielo nada más. Bueno, que la chica con la que comparto mi vida sea la última porque la quiero de verdad y con todo mi cuerpo.
He resuelto mi caso finalmente. Ahora me doy cuenta de que tal vez no era tan difícil ni tan complicado pero todo conlleva un proceso y no me arrepiento de nada de lo vivido.
Y me despido ya de verdad como en la radio, dedicando canciones, que es lo que mejor sé dedicar:
Y me despido ya de verdad como en la radio, dedicando canciones, que es lo que mejor sé dedicar:
La canción de Loquillo que encabeza la entrada os la quiero dedicar a todos, por leerme siempre.
Gracias por estar a mi lado durante estos trece años, os dejo un abrazo inmenso y mi lista de temas del blog en Spotify, que siempre estarán ahí.